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jueves, 8 de enero de 2015

Las lágrimas de Soledad

Dice una leyenda que cuando Alfonso VI conquistó Sonseca, un moro ocultó a su bella hija en la torre Tolanca. Esta muchacha salía de la torre para peinarse y lavarse en una fuente cercana, pero luego volvía a la torre y se escondía en una cueva dentro de la misma. Sin embargo, a veces, la muchacha subía a lo alto de la torre y allí cantaba sus penas.

Los pastores la escuchaban embobados y, de entre todos ellos, uno se acercó a la torre y se enamoró de la muchacha, iniciándose así un romance entre ellos. Todos los días la visitaba y le enseñaba la doctrina cristiana con la intención de poder casarse con ella.

Un día el pastor trepó por la torre para encontrarse con la muchacha. Una vez en lo alto de la torre, la muchacha se arrodilló, y el pastor le puso una medalla y la bautizó con el nombre de Soledad. Le pidió que se casara con él y ella aceptó. En su alegría, el pastor dio un mal pasó, tropezó y se cayó de la torre, dando con su cuerpo en las piedras y muriendo.

Durante el resto de su vida, la muchacha mora lloró la muerte de su amado sobre la roca en la que él perdió su vida, y nunca nadie más la oyó cantar.

Esta es la leyenda de la muchacha mora de la Torre Tolanca, la torre que aparece en la foto que esta noche os traigo. Esa noche nos juntamos Jose, Luis (por cierto, si tenéis interés, Luis tiene una galería fotográfica nocturna que no debéis perderos: https://www.flickr.com/photos/126150348@N06/) y yo. Por el color de la foto, y por la cantidad de luz que tiene la misma, habréis deducido que la mayor fuente de iluminación esa noche fue la luna. Gracias a la fase en la que se encontraba, la luz que nos daba casi hacía innecesario el uso de nuestro frontales para movernos. A pesar de que la luz era más que suficiente para iluminar la escena, decidimos aportar un poco más con linterna cálida. Haciéndolo suavemente lo que conseguimos es eliminar el color azulado con el que queda la foto debido a esa luz lunar. Con ello subimos la temperatura de color de la foto. Ajustando el balance de blancos al valor adecuado, es decir, "enfriando" la foto en la cámara, conseguimos contrarrestar esa "calidez" a la que hemos llevado la escena y, de paso, ayudamos a que el cielo muestre el color azul que nos gusta. La iluminación con linterna se aplicó en el primer plano, en la pared más iluminada de la torre, y muy ligeramente sobre la pared menos iluminada.

Esta foto la hicimos el sábado pasado. Una noche en buena compañía, con muchas risas, pero una noche de una semana triste para la fotografía nocturna, pues nos ha dejado un compañero aficionado a este tipo de fotografía. Yo no conocía a Víctor, y quizá no soy la persona más indicada para hablar de él, pero sí sé que era un gran tipo. Tuve la oportunidad de hablar con él por medio de las redes sociales y en alguna ocasión estuvimos a punto de compartir noche fotográfica, pero su estado físico no se lo permitió. Sé que mañana iba a ser un día que él estaba esperando con ilusión, pues en la quedada fotográfica que se organizará en Almonacid Víctor pretendía poner cara a aquellas personas cuyas fotos le emocionaban y ponían una sonrisa en su cara. Su enfermedad no le ha dejado cumplir su deseo.

Como digo, posiblemente yo no sea la persona más indicada para hablar de Víctor, pero lamento enormemente su marcha. Desde aquí, todo mi cariño a su familia.

Los datos EXIF:

mara: Canon 70D 

Focal: 11 mm 
Exposición: 30 sg 
Apertura: f/4
ISO: 400







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